Llega el buen tiempo y, con él, las ganas de planes y de una mayor vida social. En este escenario y, a nivel doméstico, la cocina se ha reinventado como el espacio central de nuestras casas para el disfrute familiar y social. Para nosotros, la cocina es el corazón de la vivienda, por eso ha de ser capaz de adaptarse perfectamente a las necesidades de cada momento del año, conjugando versatilidad y funcionalidad al mismo tiempo.
Ya con la primavera avanzada y con los ojos puestos en el verano, ambas estaciones invitan a modificar nuestros hábitos y rutinas y, la cocina, tradicionalmente vista solo como el lugar para preparar alimentos, se transforma en un espacio multifuncional donde la vida social cobra protagonismo. Un diseño inteligente puede maximizar la funcionalidad y el confort de este espacio.
¿Qué tiene en cuenta un arquitecto a la hora de hacer el proyecto de una cocina?
Nosotros lo tenemos claro. Buscamos mantener una excelente experiencia al cliente a través de una serie de reuniones temáticas en las que abordamos distintos aspectos del proyecto: espacio, necesidades, distribución, usos, materiales o acabados, entre otras. No vemos el proyecto de la cocina de manera global, sino que entendemos que el espacio de la cocina -como cualquier otro de la casa- requiere de un análisis y planificación detallada y pormenorizada por ser el corazón de la casa. En estas reuniones temáticas concretamos de la mano con el cliente aspectos como la iluminación, los pavimentos, la distribución, la sostenibilidad, los acabados, los electrodomésticos, las marcas con las que quiere trabajar, etc.
La clave de todo está en la distribución
El diseño de una cocina no solo se enfoca en la estética -que también-, sino en conocer las necesidades del usuario para alcanzar una funcionalidad óptima. Una distribución inteligente permite que el espacio sea más versátil. Isletas centrales, por ejemplo, no solo sirven como áreas de trabajo, sino también como puntos de encuentro para charlas matutinas o incluso tardes de lectura con vistas al jardín. La cocina debe ser un lugar donde, más allá de cocinar, se pueda vivir y compartir.
¿Qué materiales elegir?
Siempre recomendamos elegir aquellos materiales que se adapten mejor a las diferentes actividades de los meses más cálidos. Superficies de fácil limpieza y mantenimiento, como el cuarzo o el granito, permiten que los espacios no solo sean duraderos, sino también acogedores y frescos.
Tecnología y realidad virtual
El futuro ya está aquí y debemos abrazarlo sin miedo. Por supuesto, también en las cocinas.
En una fase inicial de definición del proyecto, y tras haber realizado una sesión de briefing con el cliente para entender los hábitos y necesidades de uso de la cocina (número de personas que la utilizarán, cómo cocinan, si tienen algún deseo o requisito especial…), elaboramos una primera propuesta tanto en plano como en realidad virtual para tratar y ajustar todos los detalles necesarios de la estancia.
Esta tecnología pionera permite visualizar diferentes configuraciones y usos posibles del espacio, asegurando que cada decisión de diseño maximice la utilidad y el disfrute estacional. Nuestros clientes pueden caminar por su nueva cocina y sentir cómo se sentirán en ese espacio antes de que se construya.
Además, acompañamos esta tecnología de realidad virtual de muestras de los materiales de los que estamos hablando para que nuestros clientes, allí físicamente, puedan tocar y comprobar colores y calidades de forma tangible, no solo de forma proyectada. Esto nos permite ofrecer un 360º muy fidedigno para que vivan esa experiencia tan emocional de percibir cómo será su próxima cocina.
Pensar en los diferentes usos
Durante los meses de calor, la cocina extiende su utilidad: desde ser un lugar para preparar comidas ligeras y refrescantes, hasta convertirse en el centro de reuniones familiares y sociales.
Las puertas correderas o plegables, por ejemplo, ayudan a generar una mayor sensación de fluidez con el resto de la casa. Y si los metros lo permiten y conectan con el exterior, mejor que mejor, permitiendo que la cocina se expanda hacia terrazas o jardines. De esta manera se diluyen los límites entre dentro y fuera y se aprovechan al máximo las horas de luz.
Pero, ¿de qué usos hablamos más allá de cocinar?
El renacer de las cocinas no conoce límites y es necesario adaptarlas a los nuevos tiempos. Estas son algunas de las nuevas funcionalidades que está conociendo la parte más activa de la casa.
La cocina como espacio de trabajo y encuentro social
El diseño de cocinas con espacios abiertos facilita su uso como área de trabajo, aprovechando la luz natural y creando un ambiente motivador para el trabajo desde casa. Asimismo, las cocinas de Next Arquitectura están pensadas para transformarse fácilmente en lugares de encuentro, donde amigos y familiares pueden reunirse. La disposición del espacio, la selección de mobiliario flexible y las soluciones de almacenamiento inteligente permiten a los anfitriones adaptarse rápidamente a diferentes configuraciones, desde un desayuno familiar hasta una cena por un motivo importante.
Cocinas al aire libre para disfrutar del buen tiempo
Imaginemos una cocina que se extiende más allá de sus cuatro paredes tradicionales para abrirse al jardín o patio trasero. Next Arquitectura ha diseñado espacios que permiten instalar cocinas completamente funcionales al aire libre, donde las familias pueden disfrutar de la brisa primaveral mientras cocinan. Estos espacios están equipados con materiales duraderos y resistentes al clima, asegurando que la estética no solo sea funcional sino también en equilibrio con el entorno natural.
Espacios para catas de vino y experimentación culinaria
¿Y si la transformamos en un aula de aprendizaje y degustación? El interés por incluir zonas específicas ha ido en aumento. Por ejemplo, para llevar a cabo catas de vino, con instalaciones adecuadas como refrigeradores especializados y mobiliario cómodo que invita a prolongar la experiencia.
Para los entusiastas de la cocina, el espacio puede ser diseñado para facilitar la experimentación culinaria. Esto podría incluir la instalación de equipos especializados como hornos de vapor, sous-vide y máquinas para hacer pasta, permitiendo a los usuarios explorar nuevas técnicas y recetas. Además, la inclusión de un pequeño huerto en la cocina o cerca de ella puede proporcionar hierbas y especias frescas al alcance de la mano.
