ARQUITECTURA Y REALIDAD VIRTUAL – TRASPASANDO LOS LÍMITES DEL PAPEL
REALIDAD VIRTUAL COMO REPRESENTACIÓN ARQUITECTÓNICA
Durante muchos años una de las herramientas básicas que ha utilizado el arquitecto para recorrer su camino ha sido la capacidad de saber explicarse mediante el dibujo. Croquis, esbozos, acuarelas y perspectivas llenaban las mesas de los despachos de arquitectura.
El arquitecto era aquella figura que, además de tener habilidad para diseñar un edificio con rigor, también tenía la destreza de plasmar en un papel todo lo que su cabeza imaginaba.
La conexión imaginación-lápiz permitía obtener una documentación en la que el arquitecto se apoyaba a la hora de explicar y hacer llegar su idea a la gente.
Una documentación que era realmente llamativa, ya que visualmente tenía un gran poder de seducción porque mantenía la esencia de lo artesanal; atractiva, detallista y cuidadosa.
Hay que tener en cuenta que era necesaria una alta inversión de tiempo para conseguir unos dibujos realmente logrados pero con poco realismo, irreversibles y con un punto de vista único que explicaba el espacio de manera reducida.
«Mi mano es una extensión de mis pensamientos, de mis pensamientos creativos. Cuando se dibuja algo, el cerebro y las manos trabajan juntos»
Las imágenes virtuales, «renders», se han ido abriendo camino a pasos agigantados durante los últimos años y han dejado el dibujo hecho a mano en un segundo plano.
A día de hoy, al combinar la arquitectura y la realidad virtual, se pueden conseguir imágenes con un nivel de realismo muy elevado que nos permiten visualizar e imaginar un espacio no construido.
Las texturas, los materiales y la iluminación nos ayudan a dar ese salto de calidad respecto al dibujo a mano.
A pesar de este gran salto, se sigue manteniendo la gran desventaja de los dibujos mano, que no dejan de ser una fotografía que nos enseñan una porción muy pequeña de toda una idea.
¿Somos capaces de imaginarnos un proyecto en su totalidad viendo únicamente una imagen? ¿Un render es capaz de contener toda la esencia de un proyecto?
Es cierto que el mundo de la arquitectura ha hecho un esfuerzo por aprender un nuevo idioma de representación que esté al alcance de todo el mundo, pero ¿es suficiente? ¿podemos los arquitectos inventar una especie de esperanto arquitectónico que nos ayude a transmitir de una manera más concisa y clara nuestras ideas?¿existe la posibilidad de observar de manera global y no parcial aquello que propone el arquitecto?
La respuesta es sí.
Combinar la arquitectura y la realidad virtual nos ayuda a traspasar los límites del papel y permite a la gente vivir un proyecto, vivir una idea.
Gracias a la realidad virtual podemos crear una experiencia sensorial que reemplaza completamente a cualquier tipología de representación anterior.
Con este avance tecnológico podremos cambiar radicalmente la forma en la que nos relacionamos con los espacios, mejorando sustancialmente la comunicación arquitecto-cliente.
“La arquitectura sólo se considera completa con la intervención del ser humano que la experimenta.”
Como podéis imaginar, la realidad virtual permite visualizar y desplazarse por distintos espacios antes de que estén construidos, pero también permite realizar una interactividad en tiempo real con estos espacios.
Esto quiere decir que durante un paseo virtual podemos modificar los colores de una pared, la tipología de parqué, encender y apagar luces, o visualizar qué tipo de mobiliario queda mejor en nuestro comedor. Y no solo eso.
Existe la posibilidad de vivir un proyecto de día, de noche, lloviendo, nublado o con un sol radiante. Numerosas maneras de sentir un proyecto en tan solo pocos minutos.
Por eso esta nueva herramienta que une la arquitectura y la realidad virtual, no solo ayuda al arquitecto a explicar una idea, sino que permite al cliente a entenderla perfectamente.
https://youtu.be/aB2rbSWAQhs