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LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA COMUNICACIÓN TRANSVERSAL ENTRE LOS DISTINTOS AGENTES QUE INTERVIENEN EN UN PROYECTO

 

Parece evidente que si un promotor firma un contrato con un despacho de arquitectura debe existir un espacio de diálogo en el que el cliente pueda mostrar sus ideas i el equipo técnico pueda argumentar como formalizar la propuesta que más se ajuste a estas ideas.

Es aquí donde se debatirá todo lo que se quiere/puede hacer Y de qué forma se llevará a cabo.

Una vez llegado a un primer consenso entre las dos partes, será necesario que las reuniones se sucedan a medida que se va definiendo el proyecto.

Este acompañamiento es clave para que el proyecto avance sobre plano, y más tarde en obra, según los requerimientos del cliente y el criterio técnico del equipo que forma el despacho.

En este largo proceso, en el que habrá modificaciones inesperadas, cambios de última hora e incorporación de nuevos requerimientos, la comunicación no solo debe existir entre este binomio, será muy importante que sea presente también entre los distintos agentes que intervienen en todo el proceso.

En concreto, del constructor y el equipo de profesionales que le rodean (instaladores, carpinteros, albañiles…), de los comerciales de las empresas fabricantes de productos (pavimentos, revestimientos, ascensores, mobiliario…), de las instituciones públicas encargadas de regular la normativa local y de otros agentes más que pueden intervenir en el transcurso del proyecto.

Esta transversalidad es esencial para que los requerimientos del promotor, incluso los más concretos, puedan formalizarse.

 

Pongamos un ejemplo para entender la importancia de esta afirmación: El cliente quiere una iluminación muy controlada en la escalera del proyecto de su casa.

 

Nosotros, como despacho, le ofrecemos distintas opciones y le recomendamos una específica que consiste en una tira de luces LED que transcurre por debajo de la barandilla.

Al cliente le resulta la más atractiva y acordamos llevarla adelante, pero cuando se pone en conocimiento de la solución al instalador, este argumenta la necesidad de hacer una barandilla ligeramente distinta para poder formalizar la solución de una forma limpia y elegante.

Nuevamente, hay que volver a entablar comunicación con el cliente, que, en este caso, prioriza el tipo de iluminación por encima del tipo de barandilla escogido con anterioridad.

Si en este escenario la comunicación es ausente, la decisión la tomará el instalador, que probablemente opte por la solución poco estética de combinar la barandilla inicial con la línea de luces marcada en plano.

Como éste, habrá muchos otros casos en cada proyecto. Para conseguir controlar el nivel de detalle con precisión y que la solución satisfaga las exigencias del promotor es primordial favorecer la comunicación transversal.

De otra forma, el resultado final será, con alta probabilidad, de menor calidad o ineficiente a la hora de cumplir las expectativas proyectuales del cliente.

 

Los resultados finales que puede ver en nuestro apartado de PROYECTOS son el fruto de esta comunicación transversal.