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La arquitectura, como cualquier otro factor de nuestro día a día, evoluciona dependiendo de los factores socio-económicos de la sociedad. La llegada del COVID-19 sin duda también alterará las propuestas arquitectónicas de los edificios.

Los cambios generan la necesidad de adaptación.

Desde la llegada del Covid-19 hemos visto hoteles y pabellones convertirse en hospitales, oficinas vacías, colas en supermercados, azoteas llenas de vida y viviendas repletas de gente. Los edificios del futuro también se adapatarán.

Los primeros espacios que se repensarán en los nuevos diseños serán los que brindan mayores posibilidades y hasta ahora no estaban del todo aprovechados: Las cubiertas.

¿Cuántos de nosotros estos días hemos visto cómo los vecinos suben a las azoteas a hacer deporte o tomar el sol? El cambio ha empezado.

Las terrazas superiores empezarán a pensarse como zona de relación, espacios para hacer deporte o incluso como huertos urbanos. Suele ser la zona del edificio más despejada, donde se puede correr, tomar el sol o incluso hacer una pequeña barbacoa.
Pero vayamos más allá, ¿servirán las cubiertas para que una empresa de reparto haga entrega de un pedido en dron?

Los edificios cada vez buscarán más luz y mejor soleamiento. El confinamiento nos ha hecho ser conscientes de que un balcón, una terracita o un patio en nuestra vivienda nos da la vida.

Por este motivo, los promotores buscarán darle el máximo espacio exterior privado a las viviendas que construyan.

Las entradas a los edificios también se verán afectadas. La transformación digital y el auge de los negocios online hará que los buzones desaparezcan y en su lugar habrá taquillas para que los repartidores puedan entregar sus pedidos.

Los ascensores se volverán mucho más tecnológicos, quien sabe si con reconocimiento facial para llevarte a tu piso o con botones contactless para no tener que ir tocando todos las mismas teclas.

Por último, los aparcamientos, que parecían que poco a poco iban en desuso en favor del transporte público o el carsharing, ¿pasarán a tomar importancia?

En china la vuelta a la normalidad después del confinamiento ha llevado a un boom de ventas de coches, probablemente generado por el miedo a compartir espacio en un vagón de tren.

Lo que es seguro, es que el proceso de adaptación ha empezado, y ahora nos toca a los arquitectos tomar las riendas de este cambio para que los humanizar los edificios y poder sacarles el máximo partido a nuestros diseños pensando en el bienestar del usuario.

El cambio ha empezado,
¡Ahora toca adaptarse!

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La transformación de nuestras viviendas a causa del COVID-19; un antes y un después.